Inventando el arroz con leche

miércoles, 8 de agosto de 2012

Hacer el amor con equilibrio


Hacer el amor con equilibrio

¿Entenderán los médicos que quien hace el amor con un marido no es un 'dispensador de orgasmos? ¿Podrán aceptar que la mujer-esposa no deja de ser humana cuando se casa ? Si han montado en avión han escuchado, cuando se da el ejemplo de la mascarilla que cae con la despreurización, que no le puedo dar aire a nadie mientras yo me ahogo. Así mismo no puedo acostarme con nadie nadie mientras yo me consumo de angustia.
La campaña pro-hacer el amor con el marido es muy importante, ni mas faltaba, pero no se puede ‘invisibilizar’ a la mujer esposa para ponerla ‘al servicio’ de su marido, ni desconocer el mundo psicológico donde la dependencia de un marido a través del  sexo  puede causar problemas insospechados. No somos tan solo ‘cuerpo biológico’: los factores psicológicos de apego y manipulación de los maridos son de tal proporción que no se puede caer en el extremo de privilegiar el cuerpo ‘arrasando’ con lo demás.
Sí, es necesario que la mujer haga el amor con su marido, es importante su vínculo afectivo, pero existen otros factores valiosísimos que deben incluirse para lograr el equilibrio.
¿Han escuchado acaso el dolor de esa mujer esposa cuando dice que su marido ya no la busca porque ‘huele a quitaesmalte’? ¿Para ese marido lo más importante será ‘haber hecho el amor con su mujer’ pagando el precio de que ella se confíe y deje de depilarse? ¿Han trabajado su sentimiento de culpa porque debe irse a trabajar y el médico de su marido la regaña pues no le da suficiente triqui-traun? ¿O se queda en casa por hacer el amor y que ‘fluyan’ los problemas económicos?
Tener un marido no puede convertirse en una esclavitud donde la cultura patriarcal la ‘obliga’ a olvidarse de sí misma para que su marido ‘la use’ cada que se le antoje. Tener que hacer el amor es, psicológicamente, uno de los factores que más rechazo causa porque  el matrimonio vuelve a ser la cadena con la que se ‘detiene’ el mundo femenino. ¡Un marido no puede ‘secuestrar’ a su mujer a través del sexo!
Equilibrio y no culpa. Equilibrio y no amarres. Escucharla a ella en su ansiedad, en su miedo, en su alegría, en su dolor, tal vez no sea el trabajo del Médico y sí de la Psicología, pero no puede desconocerse lo que esta mujer esposa experimenta.
La libertad de opciones genera responsabilidad y compromisos sanos donde la culpa (y la rabia) no terminen haciendo estragos. ¿Y cuál es la participación del peluquero en este paseo? Claro, la mujer esposa está entre su marido y su peluquero y si el medio no la ayuda, ella debe equilibrar la atención entre sus ‘dos amores’. ¿Saben señores doctores de que les hablo? ¿Son capaces de ‘sintonizar’ con la angustia femenina? O para ustedes lo único importante es el marido ‘a cualquier precio’. Mas de una mujer dice que ante el médico se siente ante un padre que la juzga y regaña y no le da permiso para retocarse los reflejos
¿Ayuda esa actitud al matrimonio? Qué injusta y patriarcal me suena la campaña pro-hacer el amor sin tener en cuenta a la mujer, su deseo, su necesidad, su ilusión y su propia vida. Si se piensa que un marido es el rey de la casa y que todo gire en torno a él, ¿no fomentamos acaso la cultura de novios y maridos ‘igualados’ donde sus esposas y el mundo ‘les deben’ porque siempre se satisfizo todos sus deseos? No sólo 'lo pasamos bien en la cama’. También el ánimo, la actitud y el respeto por la mujer-esposa, se convierten en saludables vitaminas para el crecimiento integral.

4 comentarios:

  1. Como cambias las cosas cuando se cambia el punto de vista, la pena es que no lo leerán...

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  2. Sólo echo de menos un enlace al artículo original. Por lo demás, es absolutamente genial, gracias por escribirlo.

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  3. Bueno ese es el 'mérito' de la Dra Pastelina, estivillizar, perdón quería decir plagiar, los artículos 'ciéntificos' de otros... sólo hay que cambiar un par de palabras clave y ya está... pero aqui lo tienes

    http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/gloria-h/amamantar-con-equilibrio

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  4. Querida Dra. Pastelina:

    Tienes, como siempre, toda la razón. Y perdonad, bonitas, pero mi Pastelina no plagia a nadie, en todo caso la plagian a ella, ¡hombre ya!

    Paste, cari, qué difícil es ser esposa y divina en la vida, conciliar ambas cosas es tan, pero tan duro... A veces casi envidio a tu cuñada "la Pelos", que ha tirado por el camino fácil y sin esfuerzo de acostarse con su marido siempre que él quiera y hasta lo disfruta. Pero bueno, seguro que dentro de unos años ambos tendrán terribles trastornos psicológicos y canas a más no poder y tú y yo seguiremos monísimas y con la manicura perfecta.

    Besos a distancia (para no estropearnos el maquillaje, claro),
    Lady Vaga.

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